lunes, 12 de marzo de 2012

12 HORARIOS COMERCIALES

Se dibuja una sonrisa mellada en el rostro sombrío del paciente. El recién diplomado sólo desea estar a la altura. Aterrorizado, reza para que sus manos no oscilen, e intenta disimular los escalofríos que invaden su cuerpo sin duda para el resto de su existencia. Maldice la gran idea de su socio de abrir veinticuatro horas la consulta. Son las tres de la madrugada y tendido en el reluciente e innovador sillón dental, equipado para ambidiestros, reposa el mismísimo Nosferatu  con voz críptica, aliento de fosa y mirada exánime. En la sala de espera, una colonia de quirópteros aguarda su turno.